

¿Veis todas
las fotos de mí de
cuando era pequeña?
¿Os podéis creer que
tan solo dos de todos esos momentos los recuerdo?
¿No os parece curioso como nuestra mente solo guarda alguna pincelada suelta de nuestra infancia?
¿No os da rabia que
los recuerdos se escapen
de nuestra
mente?

A veces
me paro a pensarlo
y deseo recordar más de
esos momentos en los que
parezco tan feliz, realmente no puedo saber si era feliz o no, no lo recuerdo, pero lo que sí se es que mis padres intentaron por todos los medios que así fuera. La infancia es como un lienzo lleno de colores y a la vez un gran misterio. Algunos de esos momentos de nuestra infancia aunque no muy nítidos, siguen resonando en nosotros. En lugar de sentir rabia por olvidar todos esos momentos,
debemos de aprender
a abrazar lo que
nos queda.

Algo que
siempre me
decía mi abuelo,
y eso sí que no lo he olvidado ni lo olvidaré,
es una frase que se quedó grabada en mi mente
que dice así: "Hija, cada pequeño recuerdo, por
muy pequeño que sea, es un hilo que teje la
historia de
nuestras
vidas".

Así que
solo puedo decir
que nos permitamos sentir nostalgia, pero a la vez también gratitud por lo vivido, ya que al final, nuestra infancia, es un capítulo fundamental de
la historia que
seguimos.